Comúnmente en la cocina o la despensa solemos ver estanterías con ruedas, donde almacenamos las hortalizas o incluso los tarros con los ingredientes, ya que así podemos moverla hacia donde mejor nos convenga.
Con tanta sartén, vajilla y ollas… no hay espacio suficiente en los cajones. ¿Solución? Estantes para la pared.
Es más, esta es una de las mejores formas para aprovechar las paredes y colocar botes o tarros que pesen poco, dejando en los cajones lo de mayor peso.
Esta idea que comenzó formando parte de la despensa y vestidores, se ha adaptado a dormitorios como cabecero, a estudios de diseño, a huecos de obra o columnas entre paredes e incluso como elemento decorativo para los salones.
👉 ¿Su ventaja? Son baratos, fáciles de colocar y adaptar a diferentes medidas, sin obras y sin montajes.
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